martes, 21 de febrero de 2012

Se abre el telón de la mente, cuerpo y alma... (Tributo al Disintegration de The Cure)

 

...y nos muestra uno de los espectáculos de nuestra vida. Pero no referente a uno de los mejores, si no a uno que más bien nos narra nuestras vivencias como si nos conociera de sobra, como uno de esos narradores que con trucos psicológicos sacan nuestra forma de ser y lo expresan con aparente magia básica.

¿Sientes ese ambiente, esa conjunción de elementos bellos producido por lo eléctrico? Dan inicio a este espectáculo, mezclándose y elaborando sentimientos agridulces, entre lo bello y lo doloroso, entre recuerdos y pensamientos inminentes. El narrador se muestra triste pero complacido por estar ahí y poder contarlo. Tras él se van formando las imágenes que narran los sucesos que conforman este teatro de conceptos...

Se muestran imágenes de ti, y más tarde de esa persona, recuerdas una vieja historia: http://bit.ly/xYlxXW y lágrimas imaginarias acompañan el momento, fusionándose con lo que estás viendo en el escenario, elaborando la historia que todos hemos tenido, ese amor puro como la nieve que se quiebra en cientos de trozos para formar entonces un extraño puzzle que al juntar forman imágenes... imágenes de esa persona e... imágenes de ti...


Se da inicio a otro suceso, el bombear de la sangre aumenta hasta formar un ritmo que se deja llevar por si solo. Melodías que sin cambiar de forma evolucionan con corazonadas. El narrador sigue explicando que esto solo acaba de comenzar, mientras una melodía ácida se filtra por cada poro de tu cuerpo para seguir formándote adecuadamente para la experiencia.

Una vieja carta te viene a la mente y te vuelve a susurrar confesiones. Las lágrimas imaginarias todavía siguen presentes, ahora caen para formar párrafos de sinceridad, de emociones muy personales que forman historias por si solas, que siguen coincidiendo contigo y tu personal visión del pasado. El tiempo se detiene dentro de su concepto abstracto, todo para mostrar una imagen paralizada mientras relees esa vieja carta...


Una extraña sensación nostálgica con fuerza de querer afrontar aflora ahora. Miras arriba para dejarte invadir por un fondo multicolor que se fusiona con la percepción actual de los pensamientos. Eres una estática perdurable en solo una pizca de la eternidad que supone el Universo, pero será sin embargo eterna en el tuyo propio. Preguntas, respuestas, preguntas, sin respuestas, es entonces que la cabeza se pone de lado mirando al suelo intentando analizar...

Pero una nana te relaja en el momento, una especial que aún siendo triste sabe acunar las emociones del momento. Susurros en el oído terminan por obligarte a cerrar los ojos, brindando con esa sensación de paz que necesitabas de hace rato. Decenas de detalles, melodías, armonía de lo complejo simplificado, golpes de una batuta dirigiendo la nana de los sueños y pensamientos.
Una telaraña frente tuya, pequeña pero evocadora, te indica el tiempo que puede que hayas pasado ahí sentado esperando a que todo vuelva y que jamás llegará, que aún sabiéndolo con dulce melodía amarga, no te atreves a avanzar en busca del destino de cada uno. Puro orgullo, pura afronta, ahí quedarás sentado esperando a que todo vuelva a su sitio, a ese puzzle ya imposible de armar...


El espectáculo no ha terminado, pero decides levantarte y salir a la calle para ver con magia de maravillas aún inconcebibles el cómo el mismo teatro de lo humano se ha trasportado ahí fuera, a la calle. Las luces de la noche son las estrellas del asfalto y las paredes. Los artistas, gente especial que solo verás a esas horas que actúan con perfección papeles poco comunes, verdaderos maestros de los sentimientos mezclados.
Detrás tuya sigue presente el narrador, del que tanto te has acostumbrado a su voz que ya forma parte de tu misma mente. Los adoquines se dejan pisar y te brindan con el ritmo de golpes de pie, tan solo un elemento más en toda la sinfonía que supone el sonido de esa calle, todos los elementos se ponen de acuerdo para darte una canción especial que jamás se puede componer de otra forma y que aún así componemos entre todos con improvisado arte del momento. Quedas fascinado y cierras los ojos a la vez que una lluvia repentina comienza a bañarte en su gloria del cielo...

Las gotas chocan, a cámara lenta desde nuestro punto de vista, modificamos el mundo como nadie antes lo había hecho. El agua, aquella que da vida no podía faltar en este teatro que representa su misma esencia. Lentitud, golpes rítmicos cambian en la calle. Tus ojos cerrados son golpeados, poco a poco, cada vez más frecuentes hasta llegar al punto de la intensidad que se torna continua y normal. Entonces abres los ojos para admirar la pintura que se ha creado en el cielo, ese gris negro idéntico al color de los momentos más dolorosos de nuestra memoria. Pero eso ya quedó asumido, ahora solo queda que la lluvia gire en torno nuestro, primero con fuerza creciente para luego cesar, dejando la pintura final, la de verdad, la importante, en esa calle de colores mezclados y fundidos en el suelo reflectante y las luces de coches que pasan rápidamente. Un silencio rodeado de ruido de ciudad te envuelve ahora...


La cascada fue intensa, la calle inundada arrasó con todo, los coches se volcaban y las farolas caían en ese climax de destrucción. No quisiste mirar atrás, no quisiste sentir el golpe que te llevaría arrastrando hacia donde el capricho del elemento primordial te llevara. Pero no fue así, quedaste de pie en el mismo lugar, sintiendo la fuerza del arrastre, viendo aún con ojos cerrados y buena imaginación como en el agua se formaban líneas ondulantes que dibujaban obras maestras de tan solo un segundo de duración.
Todo se cubrió de agua y la misma calle seguía siendo bella, a pesar de todo ese tono de color oscuro dominante, a pesar de los objetos flotantes y la destrucción que re-dibujaba lo solido y las formas. Tus lagrimas eran un poco más reales ahora, en esencia imaginarias pero líquidas por lógica física.
La lentitud se hacia constancia de la misma forma, lenta en la imaginación pero real en el mundo cotidiano, inundado por esencia de alma, por vida poderosa que no pudo moverte del sitio; tú, tan absorto en tus clemencias, en divagaciones de lo profundo que puede llegar a suponer una mente.

Solo quedó el arpeggio de la memoria...



Abrázame. La única palabra que encontraste al fin tras bucear en lo imaginario, tan real que te despertó del momentáneo letargo y te toco entonces bucear de nuevo, pero esta vez para salir del agua omnipresente.
Desintegración, alma rota que quiere desaparecer, que ya no entiende de motivos. Las lógicas que siempre dominaste ahora son otras, ¿cómo puede cambiar tanto el todo en tan solo un momento? En tan solo lo que dura, lo que supone, una sencilla acción.

Un abrazo, una palabra, un beso, un gesto, una mirada, un pensamiento, una afirmación, un instante de quietud, el escuchar una brisa, una nota en el aire... lo bueno siempre dura tan poco pero se hace siempre tan presente en la existencia de nuestras visiones que siempre merecen la pena.
El alma necesita limpiarse, optaste por la desintegración, el modo más bello de desaparecer y de anhelar una nueva vida, de empezar de cero donde aquellas palabras de amor y dolor fueran sencillamente un complemento más de ti y no el todo que predomina cada día, creciendo y convirtiéndote en otra persona. Esa desintegración no es buena, escoge la bella por favor, escoge aquella por la que todo el mundo pasa alguna vez, el volver a nacer que no se muestra por fuera.

Colores te devoran entonces para darte nueva forma, sales del agua flotando para arriba al cielo y observar aún con ojos cerrados el mar con picos de cemento y cristal que completan la imagen. El narrador sigue presente, ahora es más intenso en sus palabras, necesita hacerlo así para que siga existiendo la armonía que es esa situación. Cada elemento es tan dispar pero a la vez completan, mejor dicho, te completan.
Estalla, explota, forma mil colores de desintegración, re-dibujate, recréate, gira, expulsa, siente, admira, belleza... todo eso que dura menos incluso que los propios gestos conocidos antes mencionados, que dura tan poco que el tiempo deja de tener sentido, ese gran invento humano que no puede hacer nada contra ello, con algo tan real y tan poco visible y solido... los abstractos chocan al darse cuenta de su propio sentido y te desintegran... por fin...



Vuelves a estar en el sitio, de hecho no te habías movido aún. Los ojos se abren y el narrador sigue ahí, en el escenario que es vida. Sigues quieto y pensativo, ya no hay emociones, todas estallaron hace poco y se rompieron. Temes entonces que haya que reconstruirlas, temes porque se han mezclado con las imágenes que se hicieron añicos. Este puzzle ahora formará nuevas formas con la mezcla de todo lo que has ido rompiendo. Al principio piensas que es un error, pero no, ahora tu nuevo yo sonríe medio orgulloso medio aliviado.
Miras alrededor para entender tu nueva percepción del mundo, las nuevas formas que suponen lo que ya conoces, las nuevas palabras que usarás y que te demostrarán a ti primero y luego a los demás cuan fuerte eres ahora.

Pero...

solo queda una cosa...

por hacer...

por... hacer...




La lagrima supuso el punto final del texto, la pincelada perfeccionista del artista y el eco que queda en la sala cuando el narrador y la música callan...


El agua del alma golpeó el suelo, muda, y eterna en la memoria que girará en círculos hasta que vuelva a comenzar la función que supone la mente, el cuerpo y el alma...



*Epílogo: La calle estaba tan estupenda como siempre, Julia saludaba a Roberto y este le devolvía una sonrisa que aparentaba ser más de lo que era. Los pasos ahora eran más animados y la luz del sol bailaba en sombras alrededor de niños que jugaban y gritaban.
Una señora barriendo se preocupaba por que el pavimento siguiera impoluto y guapo por si algún simpático extranjero, como el que se acercaba por arriba de la calle, se quería acercar a preguntar por el nombre de una arreglada y coqueta zona que le habían comentado para visitar.

En el fondo, un cartel acompañado por un hombre tocando el acordeón anuncia una función en un teatro, parece ser todo un espectáculo y solo quedaba ir a ver que tal estaba... si es cierto eso que anunciaba que era toda una experiencia.

domingo, 12 de febrero de 2012

No sólo de Música vive el hombre: Sómos átomos conscientes




Así de sencillo. Los átomos lo forman todo, y hoy en día la física cuántica está en todo lo suyo con los descubrimientos recientes del CERN. Pero como buena matemática caprichosa, la operación es inversa, y cuanto más sabemos del asunto, menos lo entendemos...
Se ha llegado al punto de hacer dudar sobre leyes físicas ya asumidas, como la gravedad, donde no se encuentra por ningún lado las partículas (los átomos divididos y examinados al dedillo) algún indicio que la represente aunque sea una pizca. Por no decir lo que forma la misma realidad, la densidad de las cosas, la materia, el todo, que es solo una teoría aún lejana por descubrir...

Pero a partir de entender lo que lo forma todo podremos entender al final cuan equivocados estábamos y corregirnos a nosotros mismos. Si hemos vivido una mentira tanto tiempo, que así sea, no sería la primera vez, nos ha servido y hemos vivido en esa base sin problemas de todos modos.
Pero el verdadero asunto es, somos átomos, y la mesa de tu ordenador también, hasta el ordenador mismo son átomos... diferentes formas de expresar lo mismo, infinidad de combinaciones que dan como resultado cualquier cosa que conocemos y que aún está por conocer. Ergo, todos los átomos vivos o muertos, materiales o invisibles tienen en común los mismos patrones... todo esto da a pensar en una conspiración primordial que dio inicio a todo: el Big Bang de la realidad.


Los átomos de la vida lograron llegar a ser conscientes, o siempre lo han sido dentro de su lógica que aún se nos escapa de las manos. Lograron saber juntarse para formar un ser único que se movía con conciencia y al libre albedrío, o al menos conseguía moverse y funcionar de una manera diferente a la que acostumbraban los átomos.
Solo conocemos este planeta con vida, y sabemos a ciencia cierta que venimos del agua, por lo que los átomos de agua están involucrados. Nos falta el resto de la operación para lograr la matemática de la vida, aún no logramos preguntarle a los átomos para que nos respondan con las verdades universales, ¿o si qué lo logramos pero con otras palabras? La comunicación es relativa, y hechos ya ocurridos lo demuestran.
Se sabe que el agua retiene emociones, su apariencia en estructura (que no su forma que la define) cambia según la energía que tenga cerca. Entonces los átomos diferentes al agua logran “comunicarse” de algún modo, fusionarse para lograr cambios aunque sean ínfimos.
Todos los seres vivos están hechos de agua, puede que cosas como el talento, los pensamientos y el instinto pasen de padres a hijos gracias a esos átomos. Incluso cosas más espirituales como la telepatía, la reencarnación o la telequinesis estén muy relacionados con la herencia o actuación de unos átomos a otros. De estos tres me creo más la reencarnación, ya que según estudios en nuestro cuerpo hay átomos de grandes personajes de la historia, cuanto más viejos más posibilidades de tener alguno dentro en nuestra estructura. ¿Eso significaría que si átomos de Beethoven están dentro nuestra podemos tener de manera innata, o aprender más fácilmente, conocimientos que él ya tuvo? Quien sabe.


Hay ciertos experimentos maravillosos en la física cuántica que demuestran que los átomos se comportan de una manera u otra según la situación. Si los están mirando giraran de una manera, si no los miras pero sí que lo haces con una cámara, se comportaran de otra... es normal que cada vez entiendan menos la verdadera naturaleza.
Uno de los experimentos que más me gustan es cuando lanzan ciertas partículas o átomos bien enteros en direcciones opuestas. Por maravillas aún inconcebibles, si se para la trayectoria de los de una dirección hay átomos de la dirección opuesta que también lo hacen, como si estuvieran conectados de alguna forma por hilos invisibles. De hecho estos átomos conectados se comportan al unísono pero de manera inversa, uno para un lado y el otro para otro lado...
Así fantaseando por este experimento, me vino a la mente de manera automática el planeta Venus, el cual es un planeta que gira al revés de la dirección que suelen hacerlo todos los planetas. Pensé que la mayoría de átomos que forman Venus estaban conectados con otro cuerpo cósmico que le obligaba a girar al otro sentido, pero si esto fuera así se habrían encontrado muchísimos planetas como Venus, pero me temo que es un rareza. La única explicación que puedo dar es que es muy difícil conformar (todo son supuestos, repito) más de un 50% de la estructura total y que casualmente estén conectados con otros átomos que formen otro más de 50% para que giren al otro sentido. El comportamiento atómico es puramente aleatorio me temo, y que se junten dos cuerpos cósmicos en estas condiciones es harto difícil por no decir casi imposible. Pero ahí ha sucedido.

Si aplicamos la teoría del giro inverso en seres vivos, la cosa ya es un tanto más fácil, por que nuestro planeta es un grano de arena en el Universo y los seres vivos de la Tierra no viven tan separados, así que su intercambio de materia atómica es más “sencillo”. Con ello me atrevo a decir que no es inviable que tengamos nuestro “gemelo negativo” (o positivo), un ser vivo que actúa igual que nosotros pero de manera inversa, en todos sus pensamientos y acciones. Incluso puede que haya más de uno, todo depende de la aleatoriedad y capricho que haya ocurrido al formarse otra persona en su estructura básica.


Me viene también a la mente libros truco saca cuartos como “El Secreto” donde indican que el buen humor, el positivismo casi absoluto y la perseverancia acompañada de imaginar todos nuestros pensamientos hechos realidad permiten que las fortunas se alineen para cumplir los objetivos deseados. Ahora bien, quizás esto tenga cierta razón, pero en el sentido que al pensar las cosas y desearlas permiten a los átomos cercanos y lejanos ser modificados de tal manera para que tus átomos logren el objetivo. Por esta regla de tres todo está conectado, y un ser con el 100% de control sobre átomos sería capaz de alterar probabilidades, modificar la estructura y aspecto de objetos, manipular mentalmente y físicamente lo que deseara, comprender que va a ocurrir... ¿os suena esto? Aparte de ser historias ficticias usadas en mil y una situaciones, se rumorea por otros lares que realmente han habido casos en los que ha sucedido esto. Yo ni creo ni dejo de creer, pero existe un porcentaje mínimo de poder ser así.



Para finalizar este monólogo escrito, nombraré el como se veía la ciencia hace tiempo, donde alquimistas capaces de logros hoy en día un tanto misteriosos eran bastante numerosos por algún motivo específico. Convertir el plomo en oro está claro que es una metáfora, pero es un lema para querer ir más allá y superar a la ciencia actual de aquel entonces.
Me temo que no tenían televisión y eran capaces de darle más vueltas al asunto y de pensar con más profundidad. Ahora la ciencia ha cambiado y ha olvidado detalles que podrían ser la clave para respuestas futuras. Solo el tiempo (que a saber si también está formado de átomos) nos lo dirá...

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