lunes, 19 de marzo de 2012

Tú teoriza, Yo teorizo




La ciencia es lo más básico que existe, tanto, que lo define todo. La religión poco a poco queda relegada o se ve obligada a darle la razón a la ciencia en algunos puntos con tal de sobrevivir. Un punto conocido, el más famoso, entre esta guerra de palabras es “Creacionismo contra Evolución”. ¿Qué os voy a contar que no se haya dicho ya sobre este tema...?

Pero, aún así, la teoría de la evolución es eso mismo, una teoría, y a veces lo olvidamos, asumiendo ya de tal forma que es la pura verdad cuando es realidad que tenemos muchas pruebas sobre ello pero no una afirmación definitiva. El problema es que no lo vemos con nuestros ojos, es un proceso tan lento que necesitamos ver más allá para comprenderlo. Es así con casi todo.
Para mi la evolución es casi divina, es esa verdadera religión en la que creer y que aporta tantos datos fantásticos de como cambian las especies que me cuesta no creer en ello; es tan magnifico que a la fuerza tiene que ser verdad. Pero aún así, como ya indico, no deja de ser una teoría, una base que puede, vete a saber, cualquier día ser desmontada por el descubrimiento de otro origen. Que vamos, no creo que esté relacionado con un dios o similar, la cabeza creo que aún me es sensata.


Y es que amigos hay una guerra invisible y constante de la cual no nos solemos parar a pensar, y es esa batalla como lo puede ser entre teorías. Están las teorías más grandes que son las que dan forma al mundo contra esas ciertamente con peso de razón que se intentan ganar un hueco a base de hacerse notar poco a poco. Los científicos parecerán gente tranquila y pensativa, pero normalmente están en constante lucha contra otros de forma tan violenta como si realmente llevasen armas.
Aunque parezca que no, incluso parece una mafia, donde los más jóvenes se hacen hueco a base de contactos y nepotismo exponiendo sus teorías que de otra forma habrían pasado inadvertidas, y los más ancianos del lugar, por muy alocadas que sean sus ideas, siguen en alta posición gracias a su antigüedad y decenas amigos aquí y allá. El ser humano irá de curioso de querer descubrir y comprender todo cuanto le rodea, pero en el fondo sigue siendo egoísta y no dudará en chafar a quien haga falta con tal de mantener su posición que tanto costó alcanzar, aunque dañe a alguien prometedor de ideas. (A ver cuanto tardan en hacer una serie en este estilo. Le veo miga).


Uno de los problemas que veo es que las teorías se asumen, no sé si por no marearse en comprenderlas un poco más o porque nos creemos todo lo que nos dicen. Está el caso de una teoría asumida que llegado otra la desmonta con pruebas y nos parece un genio el que lo ha hecho. Si ocurriera al revés, pasaría lo mismo, siendo el genio entonces el de la primera teoría. Gana quien llega posteriormente. Hay un detalle a tener en cuenta y es que la teoría nueva a nacido y sido fortificada gracias a la anterior, por lo que probablemente no hubiese sido formulada y elaborada con las pruebas a no ser por lo ya escrito (así que Hawking, le sigues debiendo mucho a Einstein). Por lo que me parece una falta de respeto relegar al olvido las teorías viejas ya desfasadas y no reales, porque igualmente se puede aprender de ellas y de los puntos de vista de sus ideadores.
Otro problema es que, llega ya esa nueva teoría, y todo el mundo cambia su concepto automáticamente, sin cuestionarse. Vamos a ver, los que cuestionan no tienen porque ser solo los científicos, no hace falta ser investigador o estudiante para comprender esas "complejas" palabras. Asumimos que hay un papel para cada persona y que el trabajo es para quien se dedica a eso. No sería la primera vez que alguien "mundano" o que no tiene estudios revoluciona algún campo específico.
No puedo evitar ver a veces los premios Nobel, en serio, como una especie de Oscars de Hollywood, tal cual (No tomarme esta frase al pie de la letra, hay que salvar distancias, pero es que para celebrarlo cada año hay que buscar a los afortunados y no todos los años tienen porque haber grandes descubrimientos).


Con el LHC se quiere descubrir y demostrar varios aspectos teóricos de las partículas como el inicio del Universo, los gravitones (ay mi amigo el gravitón...), el tema de la antimateria y, la estrella del reparto, el bosón de Higgs. Para ello hacen chocar las partículas a velocidades exageradas a través de un largo circuito y con la energía liberada simular situaciones similares al Big Bang, por ejemplo, pero a una escala ínfima. Vamos a ver, esta idea es genial pero creo que se van a descubrir otros puntos y casi nada del Big Bang. Esta genialidad es ver como actúa una explosión de manera atómica, entender como se expande el Universo, bien, ¿pero el Universo acaso se formó por un choque? Puede parecer una tontería, pero no puedo evitar ver un pequeño fallo que podría desmontar el asunto. Todo tiene su funcionamiento en el Universo, su lógica, y quizás el Big Bang es algo tan extraño e incomprensible aún que jamás por ese camino vayamos a entenderlo mejor. Si se originó desde un mismo punto, una explosión, deben de afectar otras lógicas que el choque de innumerables átomos jamás podrán desvelar. Eso sí, el caso es intentarlo, porque de nada sirve quedarse sentado teorizando si no lo ponemos en práctica.
Aunque no puedo evitar sentirme un poco triste si después de tantos años de investigación se llega a la conclusión de que ninguno de esos aspectos principales son ciertos, tirando tiempo y dinero a la basura. No todo está perdido, ya que las noticias sobre el LHC son positivas y se descubren igualmente aspectos del Universo y de los átomos que hasta ahora no se apreciaban. Así que no hay mal que por bien no venga, y quien sabe, puede que con la tontería de una teoría vieja nazcan otras tantas nuevas o pruebas sobre la realidad que realmente nos fascinen.

Esa es otra, el Big Bang sigue siendo un teoría, pero está tan extendida y aceptada que ya no pensamos en alternativas, se nos olvida que puede no ser cierta. Parte de la culpa no puedo evitar verla en los medios, en la televisión e Internet (y antes los libros, que poco a poco serán e-books), donde se expande la información de manera muy efectiva. Si nos fijamos, en las series de televisión actuales ya se hablan de teorías modernas como si fuesen completamente ciertas, hasta en lo ficticio se nos inculca una realidad.
En un principio, en el origen de la información, se dan los datos veraces y claros, donde se especifica “Es solo una teoría, pero tenemos estas pruebas que la apoyan, pero aún así no es 100% segura”. Entonces se pasa a otra fuente de información, y a otra, otra... y la frase se convierte entonces en un “Es una teoría con pruebas, la más veraz posible”. Bien sigue la bola, crece, crece y... por fin llega a nosotros indicando “El Big Bang fue el origen del Universo”, así, afirmando de tal forma que la gente de a pie pues lo asume. Es una teoría tan magnifica que es difícil no creerla, pero los pies en el suelo siempre ayudan a enfocar los pensamientos en otras direcciones para descubrir esos pequeños detalles que se nos escapan y poder así apreciar otras posibilidades y avanzar por esos caminos aún sin descubrir llenos de una sabiduría igual de magnifica.
Quiero remitirme a Saul Perlmutter, Brian Schmidt y Adam Riess, ganadores del nobel del año pasado, que cuestionaron el Big Bang mismo, ya que la teoría que tratamos asume que el Universo va frenando y la nueva teoría que exponen (gracias a analizar supernovas) es que en realidad se va acelerando. Es la mejor teoría reciente que he podido encontrar para explicar mi artículo de opinión, es más que idónea. Pero llegamos a un punto de que asumimos de que realmente es así, que el Universo se acelera, pero el inicio del Universo no tiene porque haber sido similar al de una supernova... ¿no? Puede ser por otro puntos que aún se nos escapan y que definan mejor ese inicio.


La física cuántica sufre de esto casi constantemente, es tan "extraña", tan aleatoria que por mucho que busquemos explicación nos quedamos cortos. Vamos a ver, puede ser que siglos de ver las cosas con un filtro impidan que comprendamos mejor el concepto de esa ciencia en sí misma, funcionando con otra lógica igual pero que se encuentra desviada por otro lado. Poco a poco se avanza en esto, pero creo que tenemos que olvidar nuestra previas concepciones para razonarla mejor. Incluso puede que las teorías y pruebas sean insuficientes para ella, yendo un paso más allá. Todo se andará.



Una cosa que he descubierto hurgando por la red es al señor Karl Popper, el cual llegó a la misma conclusión que yo, que por muchas pruebas que hayan, no significa que la teoría termine por ser cierta. También quiero indicar antes de terminar sobre el artículo que me inspiró para crear este, que aunque sea completamente diferente, trata de lo mismo.
Y es lo que digo, no hay que creerse todo lo que nos cuentan o leemos, es mejor pararse a pensar aunque sea por un rato e ir analizando. Poco a poco convertirlo en costumbre es algo bastante sano, porque nos ayuda a no asumir, a ser un poco menos necios ante el bombardeo constante de información que recibimos. No quiero ser negativo, pero, ¿qué conocemos realmente del mundo? ¿Qué sabemos 100% seguro de primera mano? Vivimos con una rutina que probablemente ni te saque fuera incluso de tu ciudad. Las cosas que ves en el día a día son incuestionables, pero hay cosas que tendemos a asumirlas. Hasta hace poco (un siglo o dos), hasta que no filmamos y fotografiamos el espacio exterior, teníamos que creernos lo que nos contaban, de que realmente había un espacio con planetas ahí fuera.


Es que entre tanta teoría, es bueno tener una personalidad propia y escoger la que más nos parezcan acordes mientras llegan esas otras tantas, o las verdades definitivas, que nos aclaren un poco más lo maravilloso que realmente es el Universo.

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