lunes, 26 de febrero de 2018

Reseña de El Alma Torcida



Esta reseña forma parte de la iniciativa #bloggerseindie

Cuando por fin tuve tiempo para adentrarme en este libro, descubrí el error de no haberlo leído antes. En el mundillo de los escritores independientes es normal encontrar reseñas dispares o incluso bastante duras. Sin embargo, Con El Alma Torcida parece haber una unanimidad positiva. No es para menos, pues aparte de leerse rápido y con gusto, aporta experiencias realistas donde poder aprender o sentirse identificado, recordando los errores en común con sus personajes para entonces sonreír y saber que fue necesario para mejorar, siempre cambiando por el camino mal asfaltado que es la vida.
Su filosofía no es barata, aunque sí sencilla, y eso lo hace asequible a toda mente. Es limpia su narración, y eso crea una obra sincera. Tan abiertas son sus palabras, que emocionarse y empatizar con los narradores es tan fácil que resulta admirable, sumergidos en esos mundos personales desde el principio. Otro mérito es condensar tanta idea en tan poco espacio de páginas, sin que resulte abrumador o amontonado. Discurre como el agua por un canal, con calma sugerente para que nos dejemos llevar.
La trama no es compleja, o acaso lo es tanto como la vida misma. Es tan cercano que no necesita de cabriolas narrativas para convencernos. Sabemos de qué habla la historia en todo momento, y logra que queramos imitar las decisiones de los personajes: de eso trata la historia, de decisiones bien o mal tomadas. La vida plasmada en papel.
Otro punto interesante es la fusión con la música. Como músico y escritor suelo realizar lo mismo, y es harto recomendable y efectivo. En esta ocasión se nos ofrece leer el libro al tiempo que dos clásicos del Rock: The Dark Side of the Moon y el Wish You Were Here, ambos de Pink Floyd. Aquí el autor se puso las canciones y se dejó llevar, lo cual se nota al iniciar a partir del título de la canción, sin importar su letra. Ni falta que hace, pues el objetivo es expresar lo que uno siente y piensa, la visión personal del mundo gracias al arranque inspiracional de la buena música. El lector puede perderse con ciertos términos musicales, aunque son momentos puntuales, logrando que nos dejemos llevar por los compases en ciertos párrafos donde el autor se desata con pura pasión musical contagiosa.

En resumen, un libro más que recomendable, ya sea por su fluidez al leerlo, por su verdad irreprochable, o por la fogosidad de algunos de sus pasajes. Si te gusta la música, sube puntos. Aunque no es vital, pues saldrás de sus páginas aprendido/a.

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