Hace tiempo
descubrí un proyecto musical que realiza lo conocido como
"Breakcore", un estilo de electrónica anterior al Dubstep
que no llegó a moda a pesar de ser de mismos ritmos rotos pero
sazonado con melodías inquietantes y experimentaciones más
arriesgadas.
En eso que
descubrí un vídeo no apto para sensibles:
En aquel
momento, más inocente e ingenuo de mí, quedé perplejo después del
visionado, y tras evaluar con calma llegué a la conclusión de que
no me había disgustado. Si había que reconocer mérito, el vídeo y
la música lo lograban, pues hicieron que creyera en una historia a
pesar de la falta de letra o idea previa; con sólo un título mi
imaginación se dejó llevar.
Con el
tiempo uno va descubriendo que éste videoclip se queda corto en
comparación a clásicos de la música “violenta” como lo son los
Cannibal Corpse y su “Fucked with a Knife” (Jodido/a con un
cuchillo), tema que tiene sus miles de reproducciones en Last.fm
junto a otras canciones hermanas de títulos igual de explícitos.
Entonces llega el Grindcore, pero eso ya es otra historia.
A lo que
vengo a decir, ¿es el tema de los asesinatos y la violencia extrema
algo que nos pueda atraer por naturaleza? Si uno es humano con un
mínimo de sensibilidad, repudia y juzga estos actos, ¿pero por qué
no podemos negar ver una buena película de terror sangriento o leer
un buen libro donde el psicópata se sale con la suya de forma
creativa y cruenta?
El cine está
lleno del género psicópata con películas como Hostel o Human
Centipede (aborrecible) por citar sólo dos entre mil, pero en
comparación a la literatura se queda corto.
En la
literatura hay una regla no escrita sobre que a la hora de tratar una
temática o describir escenas no hay límites.
En los libros está permitido todo, habiendo títulos donde escenas
explicitas son descritas como si nada, dejando al lector la última
palabra.
Mientras que el cine es censurado, criticado o manipulado para crear
polémica/publicidad, la literatura campa a sus anchas; y nos gusta.
Salvo en Estados Unidos que siempre andan traumatizados, en muchos
países se publican libros sobre asesinos y sus desventuras, incluso
narrando sus experiencias en primera persona. Como ejemplo tenemos
American Psycho, libro que más allá de lo explicito poco más nos
puede aportar, aunque, claro, peor ejemplo son las recientes 50
Sombras de Grey y su sadomaso, cuento de niños en comparación a lo
que llegó a escribir el Marqués de Sade y su obsesión por
describir vejaciones de forma gratuita tras una trama sobre la
naturaleza humana y su concepto del bien y el mal.
Es tal la cantidad de obras escritas con temas “delicados” que
sería imposible leer todas, siendo facilitado el trabajo por listas especializadas como las que se pueden encontrar en Goodreads.
Hoy en día con esto de Internet tenemos a mano cualquier cosa que
podamos imaginar y de una forma gratuita. El acceso al lado oscuro de
la mente puede estar a unos clicks de distancia si uno se sabe mover
por las páginas adecuadas. Leyendas urbanas giran entorno a algunas
webs, donde muchas son reales o basadas en. Páginas dedicadas a
asesinos no hay pocas, siendo casi todas bastante directas con fotos
reales. Se dice que hay una red snuff, pero imagino que los más
cercano son las webs de este tipo, no siendo inviable encontrar
vídeos que prometen que su contenido trata sobre un suicidio real
aunque se note la croma. Sin embargo puede quedar la duda con alguno
de ellos... y eso estimula la imaginación.
En
lo referente a dibujos y arte gráfico en general nos topamos con
otro caso similar al de la literatura: sin límites y a su gusto.
Galerías enteras de imágenes sobre el tema que puedas imaginar
existen, pudiendo hallar webs especializadas que funcionan con
etiquetas específicas como asfixia (incluyendo gente ahorcada o
estrangulada en pleno acto), mutilación, bestialismo (humanoides
animales (Furry) o incluso monstruos violando), tortura, violación,
asesinato, humillación pasada de rosca y mil fetiches más como
gigantismo (y su contrario), vore (devorar), miembros múltiples,
cambio de sexo (Gender Bender) o de edad espontáneo, desproporción,
mutantes, penetración a pechos o penes, muertos... Ríete tú de
dónde quedó la zoofilia.
La mayoría de éstas temáticas son tratadas por japoneses, siendo
curioso por la represión sexual que suele poseer éste país (o eso
dicen los tópicos). Es como si contenerse produjera una necesidad de
escapar por otro lado, resultando más intenso cuanta más represión
haya. Deducimos que tal liberación permite crear un equilibrio.
Recordemos que todo ésto es dibujado, nada más allá de la ficción
(hay que insistir en recordarlo), pero da que pensar al ver la gran
cantidad de usuarios y dibujos sobre cada temática, no resultando
extraño a la naturaleza humana como se puede pensar en un primer
momento.
En resumidas: todos tenemos nuestras manías sexuales. Aunque esto no
tiene por qué ser así necesariamente, es sólo una cuestión de
gustos, y tras conocer a la mayoría de esos usuarios descubrimos que
son gente sana bastante cuerda.
He ahí que surge mi reflexión sobre el tema. Hace poco traté con unos amigos sobre segundas y mensajes escondidos en dibujos
animados que sólo un adulto comprendería. Se llegó a la conclusión
que la mayoría de personas atraídas por estos temas suelen ser
corrientes. Es una inversa que no tiene el porqué implicar nada. De
ser así, los libros best-seller de Stephen King o Thomas Harris
habrían acabado con la humanidad desde hace tiempo.
Que te fascine lo macabro o lo gore no significa nada, son gustos
entre tantos, y eso habla bien porque sabes diferenciar realidad y
ficción para ubicar el límite. De no ser así sería imposible
apreciar las obras de Hitchcock y comprender su éxito, de cómo
lograba arte a partir de unos asesinatos ficticios.
Extrapolar a la realidad es cuando viene el problema, y casos como
los de algunos videojuegos, los juegos de rol o de incidentes en
institutos nos hablan más de un problema en la persona que realiza
el acto y no con lo que consuman, gusten o aficionan. La mayoría de
psicólogos lo dicen, pero los medios parecen más centrados en lo
que tengan que decir una minoría o cierta asociación de padres
porque es lo que vende y da el morbo generador de dinero. “De
satánico a rolero”, como aquel que dice.
Apoyo lo extremo siempre y cuando cuente una historia que exprese o con la que se pueda recapacitar. Si no es así, tampoco pasa
nada. Después de todo el arte es libre; y ser libre significa ser
humano.
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