– En
general, la música suena más de fondo que en primera plana.
– Cuanto
más se escucha una misma canción, más cambian sus matices hasta el
punto de parecer otra. Si llega a cansar, hemos mejorado o
descubierto la cáscara vacía que siempre estuvo. Si es buena, se
convertirá en otra mejor.
– Mejorar
el oído no es difícil, sólo se requiere tiempo y ganas de
escuchar, apenas se aplica la paciencia. Recordemos lo tópico de que
no es lo mismo oír que escuchar.
– De niño
se aprecian más los sonidos y matices pero menos los gustos, de
adulto se aprecian y valoran más los gustos y se aprecia menos el
sonido.
– Si años
después se sigue escuchando lo mismo es que, o bien se ha encontrado
la música perfecta, o siempre ha sido una fachada.
– No es
raro que uno crea que realmente le gusta la música cuando en
realidad no es así. Lo que parece normal y básico se asimila por
inercia.
– No nos
engañemos, en realidad no nos gustan las canciones, si no mas bien
los estribillos.
– También
se cree que las estrofas y puentes de un tema no son importantes o,
básicamente, no se valoran. Son esa impaciencia hasta llegar al
estribillo que, al fin y al cabo, no sería nada sin eso.
– Por lo
tanto, un buen tema debería destacar en todas sus partes. No sería
la primera vez que el puente o estrofa es mejor que el estribillo.
– No es
que aquel sea un sabelotodo, entiende de música porque simplemente
le gusta. A nadie le falla la memoria cuando se trata de gustos.
– Que
adores un tema específico no significa que seas fan del artista.
– Que
conozcas un par de temas de un artista no significa que sepas de
sobra cómo suena.
– Toda
música evoluciona: siempre. Hasta la de un mismo autor/es.
– Se
compran en gran parte los discos por sólo una canción en cuestión.
– Se
valora un disco al completo a partir de sólo un par de temas.
– Es
imposible apreciar y valorar un disco a la primera escucha.
– Si tiene
más de 10 años, se cree que ya no merece la pena... menos mal que
todo artista actual suena en parte como aquello.
– Es que
no hay tiempo para escuchar tanta música, pero sí para lo de
siempre.
–
Realmente no hay tiempo para escuchar todo lo que nos puede llegar a
gustar...
– Hoy lo
odias; mañana lo adoras. No sería la primera vez que pasa.
– Que sea
genial un instrumento de la canción no significa que tenga que ser
buena.
– Siempre
destacan la voz y guitarra; con ello ya está casi todo el trabajo
hecho a la hora de un éxito.
– Una pena
que se empiece a valorar al bajo eléctrico por juegos de consola, y
todo porque se descubre que no es tan fácil (cuando se quiere) y no
por lo principal que supone una base rítmica.
– De los
graves del piano nadie dice nada. Seguro que ni se relaciona con los
instrumentos graves como el anterior citado.
– Todo el
mundo cree que puede tocar la batería. O más bien todo el mundo
cree que puede tocar un instrumento con facilidad y rapidez.
– Cuando
se va a ver a un grupo en directo, o ensayando, siempre gusta, es lo
que tiene la música en vivo y, sobretodo, lo social.
– El
condicionamiento social. Con esto se dice y resume todo.
– Qué
cambio las películas sin música.
– Qué
cambio un paisaje con música.
– Un gran
tema se puede arruinar por un mal momento en la vida y un mal tema
puede ser favorito gracias a un momento especial de nuestra vida.
– Que una
canción de un artista o un género no nos guste, no significa que lo
demás de eso mismo vaya a ser igual. Siempre hay alternativas y
variedad incluso dentro del mismo punto.
– Con
tanto donde elegir, qué tontería quedarse en una pequeña zona.
– Irónico
que hayan estilos con estética y moda cuando en teoría la música
es un tanto abstracta.
– Con que
produzca una emoción es suficiente; lo demás son todo etiquetas o
auto-convencerse.
– La mejor
música activa la imaginación. Puede ser de cualquier clase, sin
excepción.
– Se
facilita la tarea de encontrar los mejores temas gracias a su clímax.
El arte de precisar el equilibrio en un momento clave.
– Que de
igual forma lo anterior puede hacer vulgar a un tema. La radio
comercial es testigo de ello.
– Que sea
lo más escuchado en radio y locales no significa nada. Pero a veces
también puede llevar razón.
– La
música es poderosa y produce cambios con facilidad en el cuerpo y la
mente (y en el alma para quien crea).
– Es por
esto que es muy lógico que se use en propaganda/publicidad y
manipulación.
– Cuando
todos bailamos es por la música y el cortejo. Seguro que son
sinónimos y por eso la música está tan arraigada al ser humano.
– Quizás
por eso es imposible que a alguien no le guste la música. Si
realmente lo hay, puede que se auto-engañe (o incluso sea misántropo
extremo).
– Sin
embargo, por otro lado se ha hablado de gente que cree que le gusta
la música. Sutil diferencia.
– En
general todo acaba cansando salvo las canciones favoritas. ¿Por qué?
– Hasta
las plantas, que no tienen oídos, aprecian la música.
– La
música son ondas, no es inviable que a la hora de escucharla lo que
menos tenga que ver sean los propio oídos.
– Suelen
acudir más personas a los conciertos que a las manifestaciones.
Habrá que tomar nota.
– Hay más
mártires y héroes en la música que en cualquier otro campo.
– Lo de
que la música que escuchamos nos define y habla de nosotros sin
palabras es más cierto de lo que parece.
– La
música no debería entender de edades en ningún sentido, algo se
debe de estar haciendo mal.
– Componer
una canción es más fácil de lo que parece, y más con los medios,
sistemas y posibilidades de hoy día.
– Por no
mencionar los clásicos cuatro acordes.
– Quien no
sabe de los dos puntos anteriores, enseguida puede sobrevalorar sin
quererlo.
– Una
letra es una paradoja en la música; sin embargo funciona.
– La
música es lógica y emoción por igual. Imposibles unidos.
– Lucirse
en la música no significa nada malo, el problema es cuando se llega
más al nivel de atleta que de de artista.
– De igual
forma eso de que con poco se dice mucho no siempre tiene que ser
cierto, tiene las mismas posibilidades de llegar a ser igual de
aburrido que lo anterior citado. Por lo que...
– ...todo
extremo es malo.
– Hay
música que puede abrir la mente y enseñarnos al mismo nivel que un
libro.
– A la
larga la mejor música es la que se queda para no ser olvidada hasta
el final. De alguna forma es un proceso natural.
– La
música acompaña de forma que no te sientes solo y armoniza o ayuda
en cualquier situación, ya sea desde cocinar, viajar o incluso hacer
el amor.
– Incluso
parece mejorar la memoria, imaginación, coordinación, buen humor...
los médicos deberían aconsejarla más a menudo.
– Con la
música podemos contentarnos con poco, pero a la vez nunca es
suficiente. De manera visible se puede demostrar con nuestras
colecciones de música tanto físicas como digitales.
– Los días
que notamos que falta algo, la música los puede llenar por muy hondo
que sea el hueco.
– El mundo
de la música es infinito, se puede estar toda la vida estudiándolo
y seguir descubriendo o re-descubriendo aspectos. Una pena que la
opinión y el aprendizaje en general se llegue a limitar tanto.
– Al igual
que el fuego, la música siempre ha estado y de alguna manera supuso
un avance para el ser humano ya fuese social o similar. Incluso puede
que se “descubriera” incluso antes que el propio fuego.
– Aunque
la música no sea necesaria para poder vivir, es indispensable.
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